Tocad
la Trompeta en el día de nuestra festividad (Salmos 81:3, traducción
directa del hebreo), porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de
arcángel, y con Trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en
Yeshúa resucitaran primero (1 Tesalonicenses 4: 16), y enviara sus ángeles con
gran voz de Trompeta, y juntaran a sus escogidos, de los cuatro vientos,
desde un extremo del cielo hasta el otro (Mateo 24:31), entonces estarán dos en
el campo; el uno será tomado, y el otro será dejado. Dos mujeres estarán
moliendo en un molino; la una será tomada, y la otra será dejada (Mateo 24: 40,
41). Y os digo que desde ahora no beberé mas de este fruto de la vid, hasta
aquel día en que lo beba nuevo con vosotros en el reino de mi Padre (Mateo 26:
29). Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la
cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios
(Apocalipsis 19: 9). EL SEÑOR DICE: AQUEL QUE CREE EN DIOS ES NO NEGADO. AMEN.
Ultimo
aviso a los endurecidos
Yo
soy Yeshúa; este es mi nombre; y a otro no daré mi gloria, ni mi
alabanza a esculturas (Isaías 42: 8). Y en aquel día, dice el Señor de los
Ejércitos, quitare de la tierra los nombres de las imágenes, y nunca mas
serán recordados; y también haré cortar de la tierra a los profetas y al
espíritu de inmundicia (Zacarías 13: 2). Y sabrá toda carne que yo, el Señor,
saqué mi espada de su vaina; no la envainaré mas (Ezequiel 21: 5). He aquí el
Día del Señor viene, terrible, y de indignación y ardor de ira, para convertir
la tierra en soledad, y raer de ella a sus pecadores (Isaías 13: 9). Y
castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que
cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes
(Isaías 13: 11). Así ha dicho Yeshúa el Señor: Un mal, he aquí que viene un mal
(Ezequiel 7: 5). Y mi ojo no perdonará, ni tendré misericordia; según tus
caminos pondré sobre ti, y en medio de ti estarán tus abominaciones; y sabréis
que Yo El Señor soy el que castiga (Ezequiel 7: 9). Porque toda mesa está llena
de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio (Isaías 28: 8). Amén.
Ciertamente vengo en breve. Amén. El Señor dice: la serpiente se seca.
Amén.
YHWH
nekamah (venganza) – יהוה נקמה
Yo soy YHWH NEKAMAH, he descendido
y Mis propios ojos han visto la maldad, la injusticia de esta generación
perversa y malvada, peor que la generación de Noé, Mi siervo, y que la
generación de Sodoma y Gomorra. Todas estas juntas no hicieron lo que Mis ojos
han visto: mujeres engañando a sus propios maridos con hombres y mujeres frente
a sus propios hijos en el lecho conyugal, lo mismo hacen los maridos a las
propias esposas. Niños malvados y pervertidos practicando el sexo ilícito por
propia elección. Escarnecedores de Mis leyes y preceptos haciéndolo comedias
teatrales, burlándose de Mis palabras, chistes en películas y programas de
radio y televisión, escarneciendo Mis preceptos y juicios. En Mis manos tengo
pestilencias, Mi paciencia ya llegó al límite que Yo mismo puse.
Pueblo mío, en no muchos días
subirán, escucharán las dos sirenas de Yom Hashoá y Yom Hazikarón,
después será el rapto. Así como Jonás dio un ultimátum a los habitantes de
Nínive, yo lo he hecho. Aquel que tiene oídos para oir, oiga lo que Mi Hijo,
verdadero Elohei, habló a los Míos. Aquel que tiene ojos para ver, preste
atención a las señales que vienen de los Cielos del Eterno.
Hijos, por escuchar y creer al
Espíritu Profético, ya están revestidos con la coraza de
Justicia. Perseveren en la Fe que es en Yeshúa Hamashiaj, mi amado HIJO,
VERDADERO ELOHEI. Amén.
Mensaje para la sinagoga de satanás
del Santo de Israel, El es llamado el Elohei de toda la tierra (Isaías 54: 5).
Este es el mensaje: Apocalipsis 2: 8, 9, Isaías 5: 24, 1 Juan 4: 2 y 3, 1 Juan
5: 20.
Amén.
LA HUMILDAD PRECEDE LA HONRA
Se levantó del Seder, y se quitó su Talit, y tomando una
toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un librillo, y comenzó a lavar los pies
de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido (Juan 13:
4, 5). Pues si yo, EL SEÑOR Y EL MAESTRO, he lavado vuestros pies, vosotros
también debéis lavaros los pies los unos a los otros. Porque ejemplo os he
dado, para que como Yo os he hecho, vosotros también hagáis (Juan 13: 14, 15).
Bienaventurados los humildes en espíritu, porque de ellos es el Reino de los
Cielos (Mateo 5: 3). El que está lavado, no necesita sino lavarse los pies,
pues está todo limpio; y vosotros limpios estáis (Juan 13: 10). Y antes de la
honra la humildad (traducido del hebreo, Proverbios 15: 33). Se humilló a si
mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres, y estando en la
condición de hombre, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es
sobre todo nombre (Filipenses 2: 7, 8, 9), el que se humilla será enaltecido
(Lucas 18: 14). Y al humilde de espíritu sustenta la honra (Proverbios 29: 23).
Dios da gracia a los humildes (Proverbios 3: 34; 1 Pedro 5: 5). Por cuanto has
guardado la palabra de mi paciencia, yo también te guardaré de la hora de la
prueba que ha de venir sobre el mundo entero, para probar a los que moran sobre
la tierra (Apocalipsis 3: 10).
El Señor dice: EL PUEBLO YA NO RESISTIRA A LA PALABRA DE
DIOS.
Manantial de vida es la boca del JUSTO (Proverbios 10: 11).
Y el Espíritu y la Novia dicen: y el que quiera, tome del Agua de la Vida
gratuitamente (Apocalipsis 22: 17). Cinco vírgenes eran prudentes y cinco
insensatas. Las insensatas, tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite
(Mateo 25: 2, 3). En la boca del insensato está la vara de la soberbia
(Proverbios 14: 3).
Palabra del Señor a los apercibidos
(Apocalipsis 19: 7) Gocémonos y alegrémonos, y démosle
gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, Levántate, oh amiga mía,
hermosa mía, y ven. Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la
lluvia se fue; se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción
ha venido, y en nuestro país (Israel) se ha oído la voz de la tórtola. La
higuera ha echado sus higos (Mateo 24: 33), y las vides en cierne dieron olor (Juan
15: 1-3). Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven. Paloma mía, que estás en
los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, muéstrame tu
rostro, hazme OIR tu voz; porque dulce es la VOZ tuya, y hermoso tu aspecto
(Cantar de los Cantares 2: 10-15). El Espíritu y la Esposa dicen: Ven! Señor
Yeshúa! (Apocalipsis 22: 17, 20). Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que
echan a perder las viñas; porque nuestras viñas están en cierne.
El Señor Yeshúa dice: Bienaventurados vuestros ojos, porque
ven; y vuestros oídos, porque oyen (Mateo 13: 16).
¡AQUÍ VIENE EL ESPOSO; SALID A
RECIBIRLE! (Mateo 25: 6)
Lámpara
+ Aceite = Luz
Lámpara es
a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino (Salmo 119: 115). Entonces todas
aquellas vírgenes se levantaron, y arreglaron sus lámparas (Mateo 25: 7).
Pedid, y se os dará; porque todo aquel que pide, recibe; vuestro Padre
celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan (Lucas 11: 9-13). Otra
vez Yeshúa les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no
andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida (Juan 8: 12). Mas todas
las cosas, cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas;
porque la luz es lo que manifiesta todo (Efesios 5: 13). No con ejército, ni
con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho el Señor de los Ejércitos (Zacarías
4: 6). No apagués al Espíritu (1 Tes. 5: 19). Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad (2 Cor. 3:
17). ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu
de Dios mora en vosotros? (1 Cor. 3: 16). Las vírgenes insensatas,
tomando sus lámparas, no tomaron consigo aceite (Mateo 25: 3). Y porque sus
lámparas se están apagando, salieron a comprar a los que venden (Mateo 25:
8-10). Los verdaderos siervos dan de gracia lo que de gracia recibieron (Mateo
10: 8). El Señor dice: Guardaos de los falsos profetas, el árbol malo da frutos
malos y de la abundancia del corazón habla la boca, y por sus frutos los
conoceréis. Vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos
rapaces y hacedores de maldad. Por sus palabras serán condenados (Mateo 7:
15-23; 12: 34; 12: 37). Si alguno destruyere el templo de Dios, Dios le
destruirá a él; porque el templo de Dios santo es (1 Cor. 3: 17).
Esta
palabra es para los que están en el camino enseñando y ministrando: 1 Corintios
3: 11-15.
Toda la
PALABRA del Eterno, nuestro Dios y Padre, escrita por los profetas y apóstoles,
NO ES METAFORA. La redención, el perdón y la santificación es únicamente por la
fe que es en el Hijo de Dios (Hechos 26: 18).
La ira es medida y pesada conforme al desprecio, el
escarnio y el rechazo de cada persona al Hijo de Elohim. No os engañéis; Dios
no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará
(Gál. 6: 7). Amén.
Iom Haatzmaut, el
Rapto de la Iglesia y la Jerusalén Celestial
Juró el Señor por su mano derecha, y por su poderoso brazo (Isaías 62: 8).
Por amor de Sion no callaré, y por amor de Jerusalén no descansaré, hasta que
salga como resplandor su justicia, y su salvación se encienda como una antorcha
(Isaías 62: 1). Regocíjate, oh estéril, la que no daba a luz; levanta canción y
da voces de júbilo, la que nunca estuvo de parto;
porque más son los hijos de la desamparada que los de la casada, ha dicho el
Señor (Isaías 54: 1). Voz de alboroto de la ciudad, voz del templo, voz del
Señor que da el pago a sus enemigos. Antes que
estuviese de parto, dio a luz; antes que le viniesen dolores (LA GRAN
TRIBULACION), dio a luz hijo (RAPTO). De cierto os digo, que el que
no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él (Marcos 10: 15, Lucas
18: 17). ¿Quién oyó cosa semejante? ¿Quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra
en un día? (Israel) ¿Nacerá una nación de una vez? (JERUSALEM
CELESTIAL) Pues en cuanto Sion
(La Esposa del Cordero) estuvo de parto,
dio a luz sus hijos. Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? Dijo el Señor. Yo
que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? Dice tu Dios (Isaías 66: 6-9). La
mujer cuando da a luz, tiene dolor, porque ha llegado su hora; pero después que
ha dado a luz un niño, ya no se acuerda de la angustia, por el gozo de que haya
nacido un hombre en el mundo (Juan 16: 21). El que tiene oído, oiga lo que el
Espíritu dice a las iglesias. Al que venciere, le daré a comer del árbol de la
vida, el cual está en medio del paraíso de Dios (Ap. 2: 7). Amén.
Este es Yeshúa, El Rey de los
Judíos, la Llave del Reino de los Cielos
Pero cuando venga el Espíritu de
verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta,
sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de
venir (Juan 16: 13). En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y
el Verbo era Dios (Juan 1: 1). ESTE ES YESHUA, EL REY DE LOS JUDIOS (Mateo 27:
37). Entrad por la puerta estrecha; Yo soy la Puerta, y pocos son los que la
hayan (Mateo 7: 13-14; Juan 10:9). Yo soy el Camino, y angosto es el camino que
lleva a la Vida (Juan 14: 6; Mateo 7: 14). Yo soy el Pan de Vida; el que a Mí
viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás (Juan 6:
35). Si alguno tiene sed, venga a Mí y beba (Juan 7: 37). El que me come, él
también vivirá por Mí (Juan 6: 57). Yo
soy la Luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá
la Luz de la Vida (Juan 8: 12). Yo soy la Resurrección y la Vida; el que cree
en Mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en Mí, no
morirá eternamente (Juan 11:25-26). Yo soy el Buen Pastor (Juan 10: 11), Mis
ovejas oyen Mi Voz, y Yo las conozco, y Me siguen (Juan 10: 27). Yo y el Padre
uno somos (Juan 10: 30). Y toda alma que no oiga al Señor, será desarraigada
del pueblo (Hechos 3: 23), y en ningún otro hay salvación (Hechos 4: 12). A
Yeshúa, Dios ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador (Hechos 5: 31).
EL SEÑOR ES DIOS. El Padre dice del Hijo: Tu trono, oh Dios, por el siglo del
siglo; Cetro de equidad es el cetro de tu reino. יהוה
glorificó a Yeshúa Verdadero Dios. יהוה dice: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado
hoy; Tú eres Sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec (Hebreos 1:
8; 5: 5-6). El Señor afirmó: y sobre esta roca, la roca reprobada por los
edificadores, edificaré MI IGLESIA; ésta es Yeshúa. Y las puertas del
Hades no prevalecerán contra ella (Mateo 16: 18; Hechos 4: 11).
Yeshúa
Hamashiaj amó su Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla,
habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de
presentársela a Sí mismo, una Iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga
ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha (Efesios 5: 25-27).
A
los que retienen MI NOMBRE y no han negado MI FE, el Señor dice: te daré a
comer del maná escondido (Apocalipsis 2: 13, 17).
LA LUZ EN LAS TINIEBLAS RESPLANDECE, Y LAS TINIEBLAS NO PREVALECIERON
CONTRA ELLA (Juan 1: 5). Amén.
El olivo
celestial
Si la raíz
es santa, también lo son las ramas (Romanos 11: 16). Yeshúa, Verdadero Elohei,
es el Olivo Celestial. La raíz es la perfección en la Unidad: Padre, Hijo y
Espíritu Santo; las ramas son los 12 apóstoles y los que se hallan escritos en
el Libro de la Vida del Cordero. Un cuerpo y un Espíritu, un Señor, una fe, un
bautismo, un יהיה Padre de todos, el cual es
sobre todos y por todos y en todos.
El olivo
terrenal es Israel, su raíz son los patriarcas Abraham, Itzjak y Iaakov, y las
ramas son las 12 tribus, los hijos de Israel.
En el final
de los tiempos, יהוה desgaja la tribu de Dan y injerta a la tribu de
Menashe en su lugar.
El olivo
celestial tuvo en los días del Hijo del Hombre una rama desgajada: Judas
Iscariote, que por amor al dinero traicionó al Señor. En el día del rapto, יהוה desgaja la rama que apostató de la fe, y traicionó al Señor por
amor al dinero (PROSPERIDAD), y por lo tanto ellos son semejantes a Judas
Iscariote: HIJOS DE PERDICIÓN. Y los degollados que vendrán de la Gran Tribulación
serán injertados en lugar de los desgajados.
יהוה ya completó el número de los que se salvan. La copa que el Señor le pidió al
Padre no beber, si fuera posible, es el desgajo de la rama que en ese mismo
instante Dios cortó del olivo celestial: los que se hicieron a si mismos hijos
de perdición. Amén.
Romanos 11:
16-22; Efesios 4: 3-6; Jeremías 11: 16; Lucas 22: 3; Mateo 26: 14-16;
Apocalipsis 7: 4-8, Génesis 49: 16-18; Apocalipsis 7: 14; Lucas 22: 39-42;
Mateo 26: 38-42.
El
peligro de la vanagloria
El Señor
dice a los que se vanaglorian declarándose a sí mismos profetas, que digan: No
soy profeta (Zacarías 13: 5). A cada uno le es dada la manifestación del
Espíritu para provecho. Porque a éste es dada por el Espíritu palabra de
sabiduría; a otro, palabra de ciencia según el mismo Espíritu; a otro, fe por
el mismo Espíritu; y a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu. A otro,
el hacer milagros; a otro, profecía; a otro, discernimiento de espíritus; a
otro, diversos géneros de lenguas; y a otro, interpretación de lenguas (1 Cor.
12: 7-10). Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida
del don del Señor (Efesios 4: 7). Juan el Bautista confesó, y no negó, sino
confesó: yo no soy el mesías. Y le preguntaron: ¿Qué pues? ¿Eres tú Elías?
Dijo: No soy. ¿Eres tu profeta? Y respondió: No. Dijo: yo soy la voz de uno que
clama en el desierto: enderezad el camino del Señor (Juan 1: 20-23), porque
cualquiera que se enaltece, será humillado (Lucas 18: 14). Y un día señalado,
Herodes, vestido de ropas reales, se sentó en el tribunal y les arengó.
Y el pueblo aclamaba gritando: ¡Voz de Dios, y no de hombre! Al momento un
ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido
de gusanos (Hechos 12: 21-23). Siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo
en aquel que es la cabeza, esto es, Yeshúa, de quien todo el cuerpo, bien
concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente,
según la actividad propia de cada miembro, recibe su crecimiento para ir
edificándose en amor (Efesios 4: 15-16).
Yeshúa, el
Señor, dice: bienaventurado es aquel que no halle tropiezo en mí (Lucas 7:
23).
El traje
nupcial
Porque
muchos son llamados, y pocos escogidos (Mateo 22: 14). Y entró el rey para ver
a los convidados, y vio allí a un hombre que no estaba vestido de boda. Y le
dijo: amigo, ¿cómo entraste aquí, sin estar vestido de boda? (Mateo 22: 11,
12). Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del
Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista
de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones
justas de los santos (Ap. 19: 7, 8). Tomaron, pues, el cuerpo de Yeshúa, y lo
envolvieron en lienzos con especias aromáticas (Juan 19: 40). Y tomando José el
cuerpo, lo envolvió en una sábana limpia (Mateo 27: 59). Y quitándolo,
lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña,
en el cual aún no se había puesto a nadie (Lucas 23: 53). Este compró
una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la sábana, y lo puso en un sepulcro
que estaba cavado en una peña, e hizo rodar una piedra a la entrada del
sepulcro (Marcos 15: 46). Palabra fiel es esta: si somos muertos con El,
también viviremos con El; si perseveramos, también reinaremos con El; si le
negáremos, El también nos negará. Si fuéremos infieles, El permanece fiel; El
no puede negarse a sí mismo (2 Timoteo 2: 11-13).
El Señor
dice: lo que no es por gracia es por justicia. Porque al que tiene, le será
dado, y tendrá más; y al que no tiene, aun lo que tiene le será quitado (Mateo
25: 29). Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios (Lucas
12: 21).
No al divorcio
Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre (Marcos
10: 9). Pero yo os digo que el que repudia a su mujer, a no ser por causa de
fornicación, hace que ella adultere; y el que se casa con la repudiada, comete
adulterio (Mateo 5: 32). Todo el que repudia a su mujer, y se casa con otra,
adultera; y el que se casa con la repudiada del marido, adultera (Lucas 16:
18).
Pero a los que están unidos en matrimonio, mando, no yo sino
el Señor: Que la mujer no se separe del marido; y si se separa, quédese sin
casar, o reconcíliese con su marido; y que el marido no abandone a su mujer. Y
a los demás yo digo, no el Señor: Si algún hermano tiene mujer que no sea
creyente, y ella consiente en vivir con él, no la abandone. Y si una mujer
tiene marido que no sea creyente, y él consiente en vivir con ella, no lo
abandone (1 Corintios 7: 10-13).
Pero si el incrédulo se separa,
sepárese; pues no está el hermano o la hermana sujeto a servidumbre en
semejante caso, sino que a paz nos llamó Dios (1 Corintios 7: 15). Porque
escrito está: Sed santos, porque yo soy santo (1 Pedro 1: 16).
No a la
inmoralidad
Huid de la
fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo;
mas el que fornica, contra su propio cuerpo peca (1 corintios 6: 18).
Adulterio: Todo el que repudia a su mujer, y
se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada del marido,
adultera (Lucas 16: 18), Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo
os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con
ella en su corazón (Mateo 5: 27, 28).
Pornografía: Pero si tu ojo es maligno, todo tu
cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas,
¿cuántas no serán las mismas tinieblas? (Mateo 6: 23). Mira pues, no suceda que
la luz que en ti hay, sea tinieblas (Lucas 11: 35).
Fornicación: ¿O no sabéis que el que se une con una
ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne (1
corintios 6: 16).
Homosexualidad masculina y femenina -sodomía-: No te
echarás con varón como con mujer; es abominación (Levítico 18: 22). Por lo cual
también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus
corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos. Por esto Dios
los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso
natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres,
dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con
otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí
mismos la retribución debida a su extravío (Romanos 1: 24, 26, 27).
Pedofilia: Y cualquiera que haga tropezar a alguno de
estos pequeños que creen en mí, mejor le fuera que se colgase al cuello una
piedra de molino de asno, y que se le hundiese en lo profundo del mar (Mateo
18: 6).
Incesto: Ningún varón se llegue a parienta próxima
alguna, para descubrir su desnudez. Yo יהוה. La
desnudez de tu padre, o la desnudez de tu madre, no descubrirás; tu madre es,
no descubrirás su desnudez. La desnudez de la mujer de tu padre no descubrirás;
es la desnudez de tu padre. La desnudez de tu hermana, hija de tu padre
o hija de tu madre, nacida en casa o nacida fuera, su desnudez no descubrirás. La desnudez de la hija de tu
hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubrirás, porque es la desnudez tuya. La desnudez de la hija de la mujer de tu
padre, engendrada de tu padre, tu hermana es; su desnudez no descubrirás. La desnudez de la hermana de tu
padre no descubrirás; es parienta de tu padre. La desnudez de la hermana de tu madre no
descubrirás, porque parienta de tu madre es. La desnudez del hermano de tu padre no
descubrirás; no llegarás a su mujer; es mujer del hermano de tu padre. La
desnudez de tu nuera no descubrirás; mujer es de tu hijo, no descubrirás su
desnudez. La desnudez de la
mujer de tu hermano no descubrirás; es la desnudez de tu hermano. La desnudez
de la mujer y de su hija no descubrirás; no tomarás la hija de su hijo, ni la
hija de su hija, para descubrir su desnudez; son parientas, es maldad. No
tomarás mujer juntamente con su hermana, para hacerla su rival, descubriendo su
desnudez delante de ella en su vida (Levítico
18: 6-18).
Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote
con él, ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él; es
perversión (Levítico 18: 23).
Por causa de la idolatría y de la inmoralidad, El Señor
destruyó a Sodoma y Gomorra, y las naciones de Canaan. Y la tierra fue
contaminada; y Yo visité su maldad sobre ella, y la tierra vomitó sus moradores
(Levítico 18: 25). Aborrezco la obra de los que se desvían; ninguno de ellos se
acercará a mí (Salmo 101: 3). Esta es la razón por la que el Dios
Todopoderoso trae la ira a los moradores de la tierra: la idolatría y la
inmoralidad.
Pecados para la muerte
Hay pecado de muerte, por el cual yo no digo que se pida (1
Juan 5: 16).
Son malditos los que Dios maldijo: Maldito el hombre
que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Dios, obra de mano
de artífice, y la pusiere en oculto. Maldito el que deshonrare a su padre o a
su madre. Maldito el que redujere el límite de su prójimo. Maldito el que
hiciere errar al ciego en el camino. Maldito el que pervirtiere el derecho del
extranjero, del huérfano y de la viuda. Maldito el que se acostare con la mujer
de su padre, por cuanto descubrió el regazo de su padre. Maldito el que se
ayuntare con cualquier bestia. Maldito el que se acostare con su hermana, hija
de su padre, o hija de su madre. Maldito el que se acostare con su suegra.
Maldito el que hiriere a su prójimo ocultamente. Maldito el que recibiere
soborno para quitar la vida al inocente. Maldito el que no confirmare las
palabras de esta ley para hacerlas. Y dirá todo el pueblo: Amén (Deuteronomio
27: 15-26). Bendeciré a los que te bendijeren, y a los que te maldijeren
maldeciré; y serán bendecidas en ti todas las familias de la tierra (Génesis
12: 3).
Apostatas: Porque es imposible que los que una vez fueron
iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del
Espíritu Santo, y asimismo gustaron de la buena palabra de Dios y los poderes
del siglo venidero, y recayeron, sean otra vez renovados para arrepentimiento,
crucificando de nuevo para sí mismos al Hijo de Dios y exponiéndole a
vituperio. Porque la tierra que bebe la lluvia que muchas veces cae sobre ella,
y produce hierba provechosa a aquellos por los cuales es labrada, recibe
bendición de Dios; pero la que produce espinos y abrojos es reprobada, está
próxima a ser maldecida, y su fin es el ser quemada (Hebreos 6: 4-8). Y los
malditos de él serán destruidos (Salmo 37: 22).
Están borrados del Libro de la Vida: Pero los
cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y
hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago
que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda. No entrará en ella (La
Nueva Jerusalén) ninguna cosa inmunda, o que hace abominación y mentira, sino
solamente los que están inscritos en el libro de la vida del Cordero (Apoc 21:
8, 27). Cualquier varón de los hijos de Israel, o de los extranjeros que
peregrinan en Israel, que ofreciere alguno de sus hijos a Moloc, de seguro morirá:
el pueblo de la tierra lo apedreará. Y yo pondré mi rostro contra el tal varón,
y lo cortaré de entre su pueblo; por cuanto dio de su simiente a Moloc,
contaminando mi santuario y profanando mi santo nombre. Si el pueblo de la
tierra cerrare sus ojos respecto de aquel varón que hubiere dado de su simiente
a Moloc, para no matarle, entonces yo pondré mi rostro contra aquel varón y
contra su familia, y le cortaré de entre su pueblo, con todos los que
fornicaron en pos de él prostituyéndose con Moloc. Y la persona que atendiere a
encantadores o adivinos, para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro
contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo. Santificaos, pues, y
sed santos, porque Yo soy vuestro Dios. Y guardad mis estatutos, y ponedlos por
obra: Yo que os santifico. Todo hombre que maldijere a su padre o a su madre,
de cierto morirá: a su padre o a su madre maldijo; su sangre será sobre él. Si
un hombre cometiere adulterio con la mujer de su prójimo, el adúltero y la
adúltera indefectiblemente serán muertos. Cualquiera que se echare con la mujer
de su padre, la desnudez de su padre descubrió; ambos han de ser muertos; su
sangre será sobre ellos. Cualquiera que durmiere con su nuera, ambos han de
morir; cometieron grave perversión; su sangre será sobre ellos. Cualquiera que
tuviere ayuntamiento con varón como con mujer, abominación hicieron: ambos han
de ser muertos; sobre ellos será su sangre. Y el que tomare mujer y a la madre
de ella, comete vileza: quemarán en fuego á él y á ellas, para que no haya
vileza entre vosotros. Cualquiera que tuviere cópula con bestia, ha de ser
muerto; y mataréis á la bestia. Y la mujer que se allegare a algún animal, para
tener ayuntamiento con él, a la mujer y al animal matarás: morirán
infaliblemente; será su sangre sobre ellos. Cualquiera que tomare a su hermana,
hija de su padre o hija de su madre, y viere su desnudez, y ella viere la suya,
cosa es execrable; por tanto serán muertos á ojos de los hijos de su pueblo:
descubrió la desnudez de su hermana; su pecado llevará. Cualquiera que durmiere
con mujer menstruosa, y descubriere su desnudez, su fuente descubrió, y ella
descubrió la fuente de su sangre: ambos serán cortados de entre su pueblo. La
desnudez de la hermana de tu madre, o de la hermana de tu padre, no
descubrirás: porque al descubrir la desnudez de su parienta, su iniquidad
llevarán. Cualquiera que durmiere con la mujer del hermano de su padre, la
desnudez del hermano de su padre descubrió; su pecado llevarán; morirán sin
hijos. Y el que tomare la mujer de su hermano, comete inmundicia; la desnudez
de su hermano descubrió; sin hijos serán. Y el hombre o la mujer que evocare espíritus
de muertos o se entregare a la adivinación, han de ser muertos: serán
apedreados; su sangre sobre ellos (Levítico 20).
Justicia y juicio son el cimiento de tu trono; Misericordia
y verdad van delante de tu rostro (Salmo 89: 14).
לשון
הרע (chisme): Y la lengua es un fuego, un mundo de maldad. La lengua está
puesta entre nuestros miembros, y contamina todo el cuerpo, e inflama la rueda
de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno (Santiago 3: 6). No
andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo (Levítico
19: 16). Todo aquel que aborrece a su hermano es homicida; y sabéis que ningún
homicida tiene vida eterna permanente en él (1 Juan 3: 15).
¿Se juntará contigo el trono de iniquidades que hace
agravio bajo forma de ley? Los que amáis a Dios, aborreced
el mal (Salmo 94: 20, 97: 10).