El
Espíritu Santo dice:
Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis
vuestros corazones, como en la provocación, en el día de la tentación en
el desierto, donde me tentaron vuestros padres; me probaron, y
vieron mis obras cuarenta años. A causa de lo cual me disgusté contra
esa generación, y dije: Siempre andan vagando en su corazón, y no
han conocido mis caminos. Por tanto, juré en mi ira: No entrarán
en mi reposo. (Heb. 3: 7 a 11)
Pero, eso sí, que tan cierto como vivo yo,
y que toda la tierra está llena de la Gloria de Hashem, así todos aquellos hombres
que vieron mi Gloria y los milagros que hice en Egipto y en el desierto, y a
pesar de ello Me provocaron estas diez veces, y no obedecieron Mi voz.
¡Ninguno de ellos verá la Tierra que les prometí bajo juramento a sus ancestros! ¡Ninguno de los que me provocaron la verá! La única excepción será mi servidor Caleb, que por haber tenido una actitud diferente y haberse mantenido tras Mí, a él lo haré ingresar al territorio que explorara, sus descendientes expulsarán a sus habitantes. (Números 14: 21 a 24).
¡Ninguno de ellos verá la Tierra que les prometí bajo juramento a sus ancestros! ¡Ninguno de los que me provocaron la verá! La única excepción será mi servidor Caleb, que por haber tenido una actitud diferente y haberse mantenido tras Mí, a él lo haré ingresar al territorio que explorara, sus descendientes expulsarán a sus habitantes. (Números 14: 21 a 24).
Estas son las diez provocaciones:
1) Al llegar al Iam Suf (Mar Rojo) los israelitas
desconfiaron de la capacidad de Hashem para salvarlos. Éxodo 14: 11.
2) Después de haber cruzado el Iam Suf, los israelitas
creyeron que los egipcios habían cruzado por otra ruta.
3) Desconfiaron que el Maná caería día a día. Por eso,
algunos tomaron de más en reserva para el día siguiente. Éxodo 16: 19.
4) Tenían prohibido salir a recoger el Maná en Shabat.
Pero hubo quien lo hizo. Éxodo 16: 27.
5 y 6) Dos veces exigieron carne de mala manera. Éxodo
16: 3, Números 11: 4.
7 y 8) Dos veces exigieron agua. Éxodo 15: 24 y 17: 2.
9) Sucumbieron ante el becerro de oro. Éxodo 32.
10) Desconfiaron del poder de Hashem ante el informe
negativo de los espías (excepto Caleb y Yehoshúa) respecto de la posibilidad de
conquista de la Tierra Prometida. Números 14.
Recuerden los mandamientos de Hashem y cúmplanlos. Así
estarán consagrados a su Elokim. Números 15: 37 a 40.
Son santos los que guardan los mandamientos de Hashem y
la fe en Yeshúa el Mesías (Ap. 14: 12). Estos son los que entran en el reposo
del Señor. Entran para la Cena de las Bodas del Cordero (Ap. 19: 7). Su esposa
se ha preparado guardando la ley y la fe en Yeshúa el Mesías y no se aparta de
los caminos del Señor en el temor del Señor, permaneciendo en el Evangelio de
la cruz y la sangre.